Sobre Cruise: La cuestión, aparte de la cara, es el pelo. Evidentemente se lo tiñe like a bitch. Tomaré ejemplo en un futuro, que las sienes me empiezan a clarear. Y la otra pata del taburete es estar en forma y delgado. Lo de delgado ya me cuesta más, no quiero pensar cómo estaré a los cincuenta. Hay que empezar a hacer algo.
Sobre la Momia: como dice Toboe, ésta tiene poco que ver con la de 1999. Me da la impresión que intentan seguir la estela de las ahora de moda películas de superhéroes, la presentación de la momia y luego ella misma me recuerdan a la típica supervillana de las películas de la Marvel. Casi esperas ver aparecer por ahí a Iron Man y a la Black Widow para detenerla. Y no me acaba de convencer esta deriva. Las aventurillas de la Momia de Brendan Fraser y Rachel Weisz quedaban apropiadas, aunque le quitaban todo terror que pudiera tener la historia pegaban bien con la orientación del mito de este no-muerto. En la década de 1930 la momia aún conseguía dar miedo al público, o a parte de él, como bien sabía Lovecraft, el cual intentó un terror nuevo. Pero esta criatura degeneró pronto, como Drácula o el monstruo de Frankenstein, en un cliché de halloween que no asustaba a nadie, y las películas de los sesenta de la Hammer incluían también algo de aventuras (y de escotes) para mantener el interés. ¿Ésto de los superhéroes es la vuelta de tuerca que necesitan la momia, drácula y todos estos pobres seres que ya no asustan ni a los niños? veremos, pero no lo creo. El cine de superhéroes está a punto de pasar de moda, y estas películas envejecerán enseguida con él.