A mí, no sé, debe ser un instinto animal chungo, pero a mí el ojete me parece un orificio para una sola función.
De hecho ya me pasó alguna vez que me intentaron o bien meter un dedo por el ojete o bien chuparlo, y es como una reacción inmediata, me pongo super tenso y me dan ganas de meterle de ostias a la chavala (se me pasa rápido, no he maltratado a nadie, tranquis).
De todas formas, aunque pienso que el sexo sólo puede ser guarro, jugar con la posibilidad de que asome un conguito ya me parece apostar con demasiado riesgo.