Katsu está de coña o no sé, porque miras un mapa de ancestría de Europa y ves que va a ser muy difícil terminar con Europa y sus hijos, o lo que la gente llama "Occidente", por mucho chino, hippie o relativista cultural que haya no son suficientes para diluirnos. Cuatro refugiados y siete inmigrantes no van a entregar Europa a una civilización posislamista. Ni con la crisis demográfica de Europa dan los números, somos muchos y hemos dejado descendencia en demasiados sitios.
Pero cuando te enteras de casos como el de Ebba Akerlund, y cómo la dejó el camión en Estocolmo (es decir, cómo a la niña de 11 años la partieron por la mitad y la dejaron con las tripas fuera, fotos por Google), dan ganas de adherirse al tono.
"Es lo que quieren, es lo que quieren", ya, ya...